La certificación de las normas ISO es un signo de calidad y seguridad tanto para los consumidores como para las empresas. Los clientes ven la certificación ISO como prueba de que su empresa se adhiere a los más altos estándares. Como resultado, sus clientes pueden sentirse seguros al hacer negocios con su organización. Un certificado ISO muestra a sus clientes que su empresa sigue pautas estrictas y se compromete a brindar servicios de calidad.
El certificado ISO también le permite competir en términos más equitativos con grandes empresas internacionales porque es un requisito previo para muchos contratos gubernamentales y licitaciones estatales. Organizaciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) utilizan las normas ISO en sus propias industrias. Tener un certificado ISO también agrega credibilidad al nombre de la empresa, lo que aumenta la lealtad y las comisiones de los clientes.